Digitalización de Información en la Industria Médica
(31 de Mayo, 2016) - El sector médico se ha visto obligado a incurrir en un proceso de adaptación a las tendencias tecnológicas, y durante este proceso se pueden identificar algunas barreras que frenan el desarrollo e integración de nuevos procedimientos, sobre todo para el tratamiento de información de los pacientes. Es muy común que, dada la costumbre del uso de papel, los procesos de digitalización son tardados y se convierten en unos de los principales dolores de cabeza en esta etapa de transformación.
La introducción de productos digitales, diversos canales, procesos, y las avanzadas técnicas de análisis de operación, abren nuevos caminos y alternativas que impulsan a una toma de decisión mucho más certera, pero sobre todo, un control mucho más seguro de la información. Así mismo, el uso de dispositivos electrónicos móviles por parte del 60% del personal médico es un claro indicio de una tendencia que terminó por convertirse en una norma regulada por las autoridades del sector.

Un ejemplo de lo anterior es el lanzamiento del Expediente Clínico Electrónico (ECE) por parte de la Secretaría de Salud Pública, un programa elaborado con la finalidad de crear un estándar (NOM-024-SSA3) que permita digitalizar toda la información generada por médicos, laboratorios, hospitales y organizaciones sanitarias de México, para de esta forma facilitar el acceso a la misma información desde cualquier lugar.
La agilidad en los trámites y la unificación de los formatos son solo algunos de los tantos beneficios que trae esta estandarización, pues al estar digitalizados se pueden acceder de forma rápida y segura. Las aseguradoras, por ejemplo, podrán acceder a la información generada en el hospital para calcular con mayor precisión las primas de sus asegurados, disminuyendo a su vez aquellos aumentos consecuencia de la discrepancia en la información del paciente.
Los hospitales pueden obtener una reducción de costos con el proceso de digitalización, con un pronóstico de consumo más acertado, permitiéndoles comprar una cantidad más cercana al consumo pronosticado y evitando así las mermas por caducidad.
A pesar de la inversión que la digitalización de documentos implica, debemos entender que se debe resguardar información vital que no debe perderse, y que los beneficios obtenidos tienden a reflejarse en un mediano y largo plazo según sea el caso.
La robustez de un documento digital que se encuentra a disposición de diferentes personas simultáneamente demanda una estricta confidencialidad y un mayor control de accesos y permisos, ya que el acceso no restringido y la facilidad de consulta remota trae consigo muchas consecuencias perjudiciales, tanto para el paciente como para el hospital, al estar susceptible al capturar información no corroborada o alterar los datos contenidos en el mismo.
Por esa misma razón, se han implementado procesos para restringir el uso de documentos digitalizados y consultarlos de una manera mucho más segura, garantizando la integridad de la información.